Los fabricantes congregados en el Salón del Automóvil de Chicago han venido decididos a cortar el emblemático viento de la ciudad con versiones más arriesgadas y potentes de lo habitual, casi como si hubieran decidido tomarse un respiro entre tanto eléctrico. El más explosivo de todos los coches presentados hasta el momento es el nuevo Camaro ZL1, una versión particularmente deportiva del muscle car de Chevrolet que toma su apellido de una serie especial de 1969 que fue limitada a 69 unidades para pilotos (que no conductores). Saldrá a la venta a comienzos de 2012 en Estados Unidos.
Por lo que ha comunicado Chevrolet, su motor LSA 6.2 V8 entrega "alrededor" de 550 CV y 677 Nm, encauzados hacia las ruedas traseras desde un caja manual de seis velocidades. A diferencia del primer ZL1, sin embargo, este no es un coche de carreras; Chevrolet afirma haberlo diseñado con tanto énfasis en el circuito como en la calle, motivo por el que incorpora un escape variable con dos tonos acústicos (por si no fuera ya lo bastante cantón), un nuevo tipo de dirección asistida eléctrica y suspensión magnética con modos Tour y Sport. Los frenos están a la altura del motor, con discos de 370 mm delante y 365 mm detrás mordidos por pinzas de seis y cuatro pistones respectivamente.
Detalles específicos e inmediatamente reconocibles en este modelo son el splitter delantero, las luces rediseñadas y las nuevas tomas de aire para refrigerar los frenos. El capó, moldeado en aluminio, tiene una pieza decorativa central en fibra de carbono en marcando un extractor de aire para incrementar la carga aerodinámica hacia el firme. También hay un nuevo alerón y llantas de 20" con neumáticos Goodyear Supercar F2, especialmente desarrollados para el ZL1.
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